Según datos de la firma de investigación LCP-Delta, el año 2022 fue testigo de un aumento significativo de las instalaciones de baterías residenciales en toda Europa. El informe indica un impresionante aumento del 83 % en el número de hogares que adoptan estas soluciones de almacenamiento de energía.
LCP-Delta también reveló que aproximadamente 1,8 millones de hogares instalaron un sistema fotovoltaico doméstico, mientras que 455.000 hogares optaron por un sistema de almacenamiento de batería residencial. En particular, la mayoría de estos sistemas de baterías se vendieron junto con sistemas fotovoltaicos. Esto significa que aproximadamente uno de cada cuatro sistemas fotovoltaicos incluye ahora una batería, lo que da como resultado un total de 1,1 millones de baterías domésticas instaladas actualmente en todo el continente.
La creciente conciencia sobre la sostenibilidad ambiental ha influido significativamente en la decisión de los consumidores de invertir en sistemas de baterías residenciales. Al adoptar estas soluciones de almacenamiento de energía, los propietarios pueden aprovechar la energía limpia y renovable generada a partir de fuentes como paneles solares y turbinas eólicas. Esto permite a los hogares reducir su huella de carbono y contribuir a un futuro más verde.
Los incentivos gubernamentales y las políticas de apoyo también han desempeñado un papel fundamental a la hora de impulsar el crecimiento de las instalaciones de baterías residenciales. Numerosos países europeos han implementado regulaciones favorables e incentivos financieros para alentar a los propietarios a adoptar tecnologías de almacenamiento de energía. Estas iniciativas no sólo promueven una vida sostenible sino que también contribuyen a la estabilidad de la red eléctrica al permitir a los propietarios contribuir con el exceso de energía al sistema durante los períodos de máxima demanda.
Los beneficios de las instalaciones de baterías residenciales se extienden más allá de los hogares individuales. Estos sistemas mejoran la resiliencia y confiabilidad de la infraestructura energética general, particularmente durante cortes de energía o interrupciones de la red. Al incorporar soluciones de almacenamiento de energía a nivel residencial, Europa está construyendo activamente una red energética descentralizada y robusta que pueda resistir mejor desafíos imprevistos.
El crecimiento sustancial de las instalaciones de baterías residenciales en Europa, que experimentará un impresionante aumento del 83 % en 2022, es un testimonio del compromiso del continente con los sistemas energéticos sostenibles y resilientes. La disminución de los costos de las tecnologías de baterías, la creciente conciencia ambiental y las políticas gubernamentales de apoyo han contribuido a esta notable tendencia. A medida que las instalaciones de baterías residenciales continúan expandiéndose, más hogares adoptan soluciones de almacenamiento de energía, guiando el camino hacia un futuro energético más ecológico y seguro en Europa.